En nuestro Círculo Médico de Matanza seguimos tomando decisiones conducentes a mantener el buen funcionamiento institucional, incluso con adaptaciones edilicias simples y prácticas para mantener las distancias aconsejables, e implementando todas las medidas administrativas necesarias para minimizar los inconvenientes que se le pudieran presentar a nuestros socios y prestadores.

Asumimos que conviviremos con este coronavirus por un tiempo prolongado, que estamos ante un mapa de situación variable, que no debemos subestimar la rapidez con que se contagia el virus y que es crucial que tengamos una gran responsabilidad individual. Debemos mantenernos alertas y contener en la medida de lo posible la ansiedad, incluso la depresión, que pueda desequilibrar nuestro ánimo y el de nuestros familiares, amigos, empleados/as y pacientes, en el convencimiento que solo la correcta información sanitaria será útil para nuestra propia fortaleza y la de nuestro entorno.

Cumplidos los primeros cuarenta días, es opinión de los expertos que las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio están dando buenos resultados. Pero sin dudas también hay que contemplar los aspectos económicos y sociales que impactan en la sociedad.

Colegas de mucho reconocimiento profesional y académico sostienen que la respuesta argentina es muy buena en el control de la pandemia, evidenciando que nuestro sistema de salud está logrando mantener hasta ahora un número limitado de casos, lo que ha evitado por el momento un aterrador colapso sanitario.

Pero también las cifras oficiales advierten que el 14% de los infectados de coronavirus en el país corresponden al personal de salud, y de ese total el 20% concierne a la Provincia de Buenos Aires. Nuevamente se resaltan las deficientes condiciones en que se desenvuelve dicho personal, que en general está pluriempleado por percibir remuneraciones insuficientes, que suele sufrir la falta de insumos y soportar problemas de infraestructura que, sin dudas, afectan a la calidad de atención y a su bienestar psicológico. Al momento de escribir estas líneas, las últimas estadísticas revelan que el “temible pico” de contagios se ha amesetado, aunque por las características de transmisión del virus reconocen que es esperable que la curva tienda a algún repunte, pero se anhela que no se dé bruscamente y que sea lo más baja posible. Y se acepta que los picos intensos puedan darse en áreas geográficas limitadas y complicadas. En cuanto a los nuevos casos reportados, ya hay una tendencia predominante de la circulación comunitaria sobre el contagio por contacto estrecho.

De la lectura de tantos variados informes y opiniones, está claro que estamos ante una infección muy dinámica y que si se relaja la cuarentena puede producirse una transmisión descontrolada en algunos ámbitos.

Dr. Guillermo Villafañe
Vicepresidente