Hoy el Cí­rculo Médico de Matanza es una entidad civil sin fines de lucro, que es orgullo para todos los médicos socios y para quienes desde su trabajo, dedicación y convicción ayudaron para su creación y para que a lo largo de los años pudiera transformarse en lo que es en la actualidad. Una institución que tiene una historia riquí­sima construida siempre en una base sólida de compromiso de sus socios fundadores que dejaron de lado cualquier interés personal o polí­tico por el bien de la institución. El Cí­rculo se creó gracias a la decisión de un grupo de médicos que ejercí­an su profesión en el ámbito del Partido de La Matanza y en la aledaña Villa Sarmiento, Partido de Morón. En aquellos años los fundadores tení­an como bandera el interés de brindarle a la población una medicina de muy buen nivel. Eran tiempos en los que esos ámbitos estaban conformados por conglomerados de personas unidos por caminos difíciles de transitar y donde tantas veces por cuestiones climáticas, calles de barro, zanjones con agua estancada y las distancias era tan dificultoso acceder a los domicilios de los pacientes. Iban en auto, si lo tení­an, en bicicleta o a pie, tantas veces calzados con botas por el agua y el barro, pero siempre llegaban con la convicción de poner siempre el bien de los pacientes y la vocación por la profesión. El esfuerzo que hací­an esos médicos era conmovedor. Ellos me transmitieron lo que significaba trabajar en aquellos años. Habí­a médicos que andaban en bicicleta, otros caminando, siempre con botas porque se metí­an en zanjones llenos de barro, pero siempre llegaban a atender a sus pacientes, recuerda orgulloso el doctor Guillermo Villafañe. Las reuniones comenzaban a las diez de la noche, después de una larga jornada laboral, y terminaban a la 1 o 1.30 de la mañana lo que demostraba un compromiso enorme con el crecimiento de esta institución. Tení­an un criterio cooperativista que enorgullece a nuestra historia y que para nosotros es una satisfacción enorme y nos obliga a un agradecimiento eterno a aquellos prohombres de la medicina, agrega.

Eran años en los que el médico cumplía una función muy comprometida con el paciente al que no sólo curaba y acompañaba en su sufrimiento físico, sino que además servía de contención y consejero familiar y que no se limitaba sólo a la enfermedad porque también podía abarcar cualquier otro tipo de situación.

A mediados de la década del 40 los médicos se constituí­an en agentes sociales, ya que no estaba establecida la medicina a ese nivel tal como hoy se entiende desde los aportes solidarios, de las mutuales, obras sociales o entidades privadas. Cuando el paciente no se atendí­a en el hospital recurrí­a a la medicina privada y aquellos médicos cobraban en dinero a quien podí­a pagarlo o a veces recibí­an su retribución en especies, quedando satisfecho con el agradecimiento del que no tení­a otra posibilidad. Nada impedí­a para que aquellos pioneros se reunieran periódicamente en un edificio de Villa Sarmiento para intercambiar inquietudes profesionales y evaluar la formación de una asociación.

Fue así­ que aquellos médicos decidieron autoconvocarse y el 9 de septiembre de 1947 realizaron la Asamblea Constitutiva de lo que llamaron: CIRCULO MEDICO DE MATANZA y VILLA SARMIENTO. Con un acta inaugural y discusión de anteproyecto presentado por una Comisión provisoria, al que después de amplio debate lo aprueban como Estatuto de la Institución. En la misma reunión se realizó la elección de la primera Comisión Directiva que quedó constituida de la siguiente manera: Presidente: Dr. Robles; Vicepresidente Dr. Rossi; Secretario Dr. Magistocchi; Tesorero: Dain, Vocales Titulares: Dres. Covach, Maldonado, Folco y Iannone; Vocales Suplentes: Dres. Patí­n y Hauvillier. También estaban presentes en la Asamblea Constitutiva los Dres. Baduer, Garatequi, Pisanu, Del Giudice, Moreno, Pereira y Contreras. Nunca hubo distinción polí­tica, ni de raza, ni de credo. Siempre se privilegió el crecimiento y el desarrollo del Cí­rculo por encima de cualquier interés personal, dice el doctor Luis Saimon analizando aquella primera Comisión.

Desde sus comienzos los miembros de CIRCULO MEDICO DE MATANZA y VILLA SARMIENTO costeaban sus gastos con aportes personales, y al mismo tiempo se reuní­an para encontrar un local propio que permitiera con el tiempo desarrollar una sociedad que concentrara las prestaciones médicas y pudieran brindar trabajo, formar una proveedurí­a y hasta facilitar a sus asociados la construcción de una vivienda personal. Para constituir la sociedad habí­a que abonar una cuota de ingreso, suscribir acciones y mantener el trabajo en sus respectivos consultorios o agrupándose en clí­nicas, sanatorios, etc.

Pasado un tiempo de análisis y propuestas los dirigentes del Cí­rculo determinaron la creación de una Sociedad Cooperativa que además también debiera brindar prestaciones médicas a la población. Para tal fin el7 de abril de 1965 designan una comisión provisional para abocarse a las tareas conducentes a la constitución de la cooperativa y redacción del proyecto de estatutos, integrada por los Dres. Manuel Dran, Pedro Bonavia, Oscar Gutierrez, Mario Marantz, Boris Lubovitsky y León Rosenberg. El 28 de abril de 1965 y ya en el local propio de la Av. de Mayo 2325 de San Justo se labra el Acta Constitutiva de la Cooperativa de Médicos de Matanza y Villa Sarmiento Ltda. Se aprueban sus Estatutos, que en el Art. 3° consigna asumir por su propia cuenta y valiéndose del trabajo en común o coordinado de sus asociados las actividades en materia de Prestaciones Médicas aclarando que se pueden extender a otros rubros. También en el Estatuto aprobado en su artí­culo 9 se especificó que cada Socio debí­a suscribir como mí­nimo una acción de 10.000 pesos moneda nacional de curso legal pagadera al contado o en cuotas y que luego de su admisión abonarí­a una cuota de ingreso que se destinarí­a a gastos de administración. Lo mismo era aplicable a los socios que ingresaran con posterioridad.

También se convocó a Radiólogos, Odontólogos, Bioquí­micos, Farmacéuticos y dueños de Clí­nicas y Sanatorios, solicitándoles adecuen sus valores con precios preferenciales para la Cooperativa.

El 6 de septiembre de 1965 los Dres. Rosenberg y Lubovitsky son designados para estudiar in situ el funcionamiento de la Cooperativa de Médicos de Tandil con sus 30 años de antigí¼edad en la materia, que con una cuota mensual le brindaba a su población atención médica y rebajas en los medicamentos, exámenes complementarios, internación y actos quirúrgicos. Con toda esa experiencia vivida y con la información en la mano, los Dres. Rosenberg y Lubovitsky lo plantearon en el seno del Cí­rculo y una vez aprobado se comienza a desarrollar en nuestra jurisdicción, con gran empeño, trabajo y esfuerzo, siempre basados en la libre elección, ofreciendo al vecino de Matanza que mantenga su médico de confianza, el médico de barrio, como artí­fice del cuidado de su salud. Se forman planes asistenciales integrales y parciales. En la Asamblea Anual Ordinaria del 26 de octubre de 1966 se dispuso el cambio de nombre a COOPERATIVA MEDICA DE MATANZA, porque Villa Sarmiento fue anexada al Cí­rculo Médico de Morón. Con estos cambios en la Asamblea Extraordinaria del 30 de abril de 1968 los Asociados presentes ratifican la constitución formal del CIRCULO MEDICO DE MATANZA y estatutariamente se remarca el fomentar la solidaridad entre los médicos asociados, facilitar el desempeño profesional, proveer el debido reconocimiento de la dignidad del trabajo médico, armonizar las relaciones profesionales entre sí­, con los pacientes y con otras organizaciones médicas, atender al perfeccionamiento profesional del mismo, al desarrollo vocacional de los futuros médicos, a la formación de una conciencia sanitaria en la comunidad y a promover la ayuda mutua entre sus asociados.

El 12 de diciembre de 1968 y por expediente 2215-6323 el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires decreta el reconocimiento como Persona Jurí­dica del CIRCULO MEDICO DE MATANZA con su domicilio legal en Av. de Mayo 2325 de San Justo. Dicha solicitud habí­a sido efectuada en agosto de 1965 avalada por una nómina de 217 socios. De acuerdo con normas dictadas por la Federación Médica de la Pcia. de Bs. As. que promueven la creación de Sistemas para la Atención Médica Integral organizada por las Entidades Médicas Gremiales a través del financiamiento de pre-pago, el CIRCULO MEDICO DE MATANZA resuelve en su Asamblea Extraordinaria del 14 de junio de 1972 que su Cooperativa Médica Fundada el 28 de abril de 1965 pase a llamarse S.A.M.I. de Matanza con las premisas de mantener el más alto nivel de eficiencia, mantener la libre elección del médico, financiar el gasto en salud sin fines de lucro, con aportes mí­nimos que permitan el autofinanciamiento del sistema, con retribuciones a los profesionales que respeten los principios médicos gremiales, fortaleciendo, protegiendo y defendiendo las fuentes de trabajo médico; utilizando al máximo la capacidad instalada. Por otra parte se decide que el SAMI de Matanza estará a cargo de un Consejo de Administración con independencia en los aspectos técnicos, administrativos, económicos y financieros. El gran quiebre que se da en el Cí­rculo y que después termina dando otros quiebres es la separación del Cí­rculo de Femeba a comienzos de los 90. A nosotros nos parecí­a impropio que otros centros, con muchí­simos menos afiliados que nosotros, tuvieran la misma cantidad de votos en la toma de decisiones. Y esto sumado a una situación socioeconómica muy distinta entre el conurbano y el Interior de la Provincia y por eso decidimos separarnos y sumarnos a Femecon (Federación Médica del Conurbano). En esos comienzos fueron cinco los partidos que armaron la Federación. Además de Matanza estaban Morón, San Martí­n, Lomas de Zamora y Almirante Brown. Con el correr del tiempo se sumaron cuatro Cí­rculos Médicos más y así­ llegamos al úmero de nueve Cí­rculos que hoy constituyen la Femecon, recuerda el doctor Pedro Deambroggio uno de los médicos de mayor trayectoria de los que hoy integra el Cí­rculo.

El Cí­rculo Médico de Matanza hoy ya tiene 72 años de vida y nunca perdió aquellos valores con los que se constituyó. El del respeto por el médico y la vocación por los pacientes. El de anteponer el bien de las institución antes que el del personal y el de trabajar siempre por una profesión que se lleva en el corazón.